martes, 8 de abril de 2014

Conclusión

Conclusión

La importancia de Francisco Ferrer i Guardia comienza a través de la Escuela Moderna que materializó sus críticas contra la desigualad social y la educación autoritaria, transformándose en un interesante antecedente teórico y práctico de educación anarquista. En La Escuela Moderna reemplazaron los exámenes de la educación competitiva por la solidaridad, los castigos por el entendimiento, la escuela cárcel por aulas de la horizontalidad del saber libre, sin dominación, donde los niños y niñas sin distinción de clase social, aprendían jugando, pero a la vez comprendiendo desde la tierna infancia las injusticias del mundo que les rodeaba.

Hoy resulta muy recomendable la lectura de Francisco Ferrer i Guardia, sobre todo porque la dominación social, hoy como ayer, se caracteriza por la mercantilización de las relaciones sociales, donde el control del capitalismo se reproduce en las universidades y escuelas desde la temprana infancia, con métodos agresivos de adoctrinamiento, que se repiten una y otra vez.

Ferrer también es la diversidad de la acción, la enseñanza libertaria como práctica política, pero también la acción política como práctica libertaria. Compaginó la difusión pedagógica participando activamente en los sucesos políticos de la época y como editor del Periódico Libertario Huelga General.
Francisco Ferrer finalmente pagará con su vida los intensos años de agitación antiautoritaria cuando un tribunal corrupto le declara culpable de ser instigador de la semana trágica de Barcelona, revuelta antimilitarista contra la guerra imperialista del Estado español contra Marruecos. Francisco Ferrer i Guardia muere la mañana del 13 de octubre de 1909 en el cerro que contempla el puerto de Barcelona, fusilado por el Estado, la ambición capitalista y por el miedo a la libertad.



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